Por Feminismo & Flow
¿Cuántas veces hemos ido a un antro, fiesta o festival en dónde hay más de una persona tirada en el piso por mezclar sustancias o abusar de ellas sin que nadie le ayude? ¿Cuántas veces nosotrxs hemos sido esas personas? ¿A cuántos espacios a fiestear has ido en los que existan recursos para que la pases mucho mejor y maximizar el placer al usar sustancias psicoactivas? ¿En cuántos espacios te sientes realmente segura como morra o disidencia en espacios de ocio o nocturnidad?
Todas estas preguntas nos hicimos en el viaje que emprendimos hacia Las Estacas, Morelos (México) hacia el Carnaval de Bahidorá, festival musical anual que reúne a grandes agrupaciones y artistas de diferentes escenas y géneros en diferentes escenarios bajo temáticas de sustentabilidad, ambientalismo, problematización de la industria musical, inclusión de morras y disidencias y prácticas de cuidados. En esto último estuvimos durante tres días que dura este carnaval, observando, senti-pensando, conociendo y experimentando.
Desde antes de que existiéramos como humanidad ya existían las plantas psicoactivas, nos acompañan las sustancias psicoactivas y esta tendencia al placer; a buscarlo, maximizarlo y las sustancias son, para muchas personas usuarias, un símbolo de disfrute. Sin embargo, son pocos los eventos y espacios en donde las personas organizadoras se preocupan por atender los cuidados de las personas que asisten, incluso en muchos espacios llega a suceder que hay intoxicaciones (sobredosis) o incluso decesos por falta de atención, información, adulteración de las sustancias o incluso por no cubrir el mínimo de agua indispensable.
Fue increíble ser beneficiarias de las siguientes prácticas de cuidado en Bahidorá:
Programa de Análisis de Sustancias (PAS): poniendo la confidencialidad como un principio, se brinda consejería respecto al uso responsable y menos riesgoso de las diferentes sustancias psicoactivas (SPA) además de hacer un análisis de algunas sustancias para determinar realmente lo que se va a ingerir, es muy común que las SPA estén adulteradas o “cortadas” y esto nos lleve a una experiencia indeseable o “mal trip”, por lo cual es importante saber qué contienen las sustancias que ingerimos o por lo menos conocer si es viable ingerir todo, solo una parte o nada. A esto se le conoce como reducción de riesgos y/o gestión de placeres, ya que justamente se trata de maximizar la experiencia mediante la información.
Nido: la carpa de cuidados psicodélicos que se encontraba en el festival tiene diferentes vertientes, todas necesarias. Principalmente es un servicio de contención ante experiencias retadoras por el uso de ciertas sustancias, puede ser que nunca habías consumido esa sustancia y no sabes identificar exactamente qué sientes y cómo te sientes o que mezclaste o consumiste una dosis que no habías ingerido anteriormente y entonces tu mente y cuerpo requieren acompañamiento para que los pensamientos no te perturben y la ansiedad o pánico no se apoderen de ti. Este espacio también acompaña en la maximización de los beneficios de las sustancias psicoactivas (SPA) y la experiencia con las mismas, ambientado desde la tranquilidad, con música relajante y demás recursos importantes, el NIDO se convierte en un refugio que sería increíble ver en muchos más festivales.
Acceso ilimitado al agua: colectivos y organizaciones de diferentes países que trabajan bajo la perspectiva de reducción de daños y/o gestión de placeres han insistido durante mucho tiempo en la importancia de contar con un mínimo de agua en cualquier espacio donde se consuman sustancias psicoactivas; desde el alcohol hasta el cristal. Esto es porque generalmente las sustancias nos generan una deshidratación, sensación de sequedad o demasiada energía para bailar que implica en muchos momentos, tener mucha sed. El contar con acceso al agua y de forma gratuita es uno de los grandes aciertos de este festival, podías rellenar tu envase cuantas veces lo requirieras.
Atención a las violencias sexuales: sucede que, en espacios de fiesta, nocturnidad y de uso de SPA las mujeres y disidencias somos más vulneradas y ¡OJO! NO ES POR LAS SUSTANCIAS es por toda una cultura que perpetúa el cooptar otros cuerpos, cuerpas, cuerpxs por el simple hecho de estar en espacios de disfrute, por usar sustancias, por vestir de cierta forma, etc. En Bahidorá nos encontramos con muchos letreros enunciando el no acoso, no abuso ni violencias sexuales en general. Quizá un stand específico o personal identificable para acercarte a recibir acompañamiento o más información al respecto, hubiera cerrado perfectamente esta gran práctica, tan necesaria todavía.
Anhelamos muchísimo que estas prácticas sean extendidas a otras espacias, que se vuelvan parte del goce y que cuidarnos no sea antónimo de pasarla bien. Como se puede apreciar, disfrutamos mucho, por supuesto, de la forma más responsable. Les deseamos, nos deseamos eso a todas, todes. ¡Arriba la música, la fiesta, el placer y por supuesto… la radio libre!