Reportaje especial: VIII Curso-Taller de les Educadores Comunitaries en Comachuén
«Y así quedó el acuerdo que sacaron los dioses primeros y los hombres y mujeres verdaderos. Por eso, desde esa tarde de alegría y saber, los hombres y mujeres de maíz, los verdaderos, se pasan la vida haciendo puentes, y en la muerte también se hacen puentes. Puentes siempre de colores de nubes y de luz, puentes siempre para ir de uno a otro lado, para hacer los trabajos que nacen al mundo nuevo, al que buenos nos hace 7 veces 7 se caminan el 7 los hombres y mujeres de maíz, los verdaderos. Haciendo puentes se viven, haciéndose puentes se mueren…»
El Viejo Antonio (La historia de los 7 arcoiris).
Mariana Reyna
Este verano, del 29 de julio al 2 de agosto, nos lanzamos junto con Nadya Pérez -de Hecho por Morras– en cobertura especial para Comachuén, una comunidad indígena ubicada en la meseta purépecha, en el Estado de Michoacán. Abrazamos la convocatoria desde Historias de naufragios porque el equipo de la Biblioteca Comunitaria Ambulante consideró este año que es necesario trabajar con herramientas que ayuden a los pueblos originarios a caminar hacia la autonomía emocional. Es evidente que en medio de estos tiempos convulsos, donde prolifera la guerra y la falta de responsabilidad colectiva para hacerle frente juntxs a las amenazas que nos acechan, atravesamos una crisis de los lazos afectivos. Algo que opera en favor de este sistema opresor destruye nuestra capacidad para cooperar, para tener en consideración las necesidades de los otrxs. Hay un impulso estructural desde los poderes establecidos que busca destruir los tejidos comunitarios y debilitar así nuestras capacidades de resistir y de imaginar otros mundos posibles.
Hoy la industria de la sanación y del bienestar ha ganado peso en la constelación cultural neoliberal, pero suele promoverse sobre todo un enfoque hiperindividualista que detrás de un discurso ideologizado sobre el “amor propio”, nos invita constantemente a “ponernos primero”. Esa narrativa mercantil ignora evidencias empíricas que provienen del campo de las neurociencias, donde se confirma un saber que viene inscrito en nuestras memorias culturales ancestrales: necesitamos de los otrxs para aprender a co-regular nuestras emociones. No podemos hacerlo solxs; es necesario el autocuidado, pero también recordar que la vida se sostiene gracias a los vínculos y las relaciones con nuestros semejantes, que son complejas siempre.
Se necesitan miradas y experiencias que demuestren que es posible colocarse en otras posiciones. Somos muchxs quienes estamos convencidxs de que es posible atender nuestros procesos de sanación personal sin descuidar los procesos de organización colectiva. A pesar de los retos que implica lograr este cometido, pensamos que es posible articular los propósitos comunitarios del buen vivir con las necesidades que cada unx, y de acuerdo con cada historia personal, siente que debe resolver. La Biblioteca Ambulante es un espacio que lleva 10 años en proceso de construcción permanente. Daisy Magaña Mejía, una de sus fundadoras y guardiana de la visión que le dio nacimiento, relata en un documento que les invito a leer, los orígenes y la trayectoria que ha venido recorriendo.
Leer aquí: https://portal.amelica.org/ameli/journal/271/2713015015/2713015015.pdf
Surgió para responder a la necesidad de brindar opciones de formación para los niños, adolescentes y mujeres que tienen dificultades para acceder a los modelos de educación hegemónicos. Se nutre de principios tomados de la cosmovisión purépecha que sostiene las formas de vida comunitaria, como la “jaroajpekua” o ayuda mutua; una práctica que constituye no sólo el motor de la vida cultural, las fiestas y celebraciones que le imprimen un ritmo singular a la vida a lo largo del año, sino también de la organización política en defensa del territorio.
A la Biblioteca le ha tocado acompañar y caminar al lado de varias comunidades en lucha por conseguir el respeto a su derecho constitucional de regirse por medio de un autogobierno, encargado de ir resignificando los usos y costumbres que otorgan sentido a sus tejidos sociales. Es ambulante, como su nombre lo indica, y circula por temporadas a través de diversas localidades pertenecientes a las cuatro regiones del pueblo purépecha. Se han logrado fundar “Oasis”, que son extensiones de la Biblioteca y que conservan autonomía para generar sus propias actividades, pero se reconocen como parte de ese caminar colectivo inaugurado hace una década.
El Curso-Taller es una actividad que cumple 8 años y en cada edición ha recibido gente de todas latitudes. Es una apuesta integral por rescatar la diversidad y caben en sus filas todos los colores de corazones, siempre y cuando convengan en respetar los 13 principios que orientan sus trabajos. Entre todxs y con las propuestas que se envían se construye un programa de pedagogías alternativas que se vuelca apasionadamente en la defensa de la vida. La “Ambulante”, como se le dice de cariño en las comunidades, es “un ser vivo constituido por un cuerpo-territorio, pensamiento, sentimiento y espíritu” (Magaña, 2023). Las actividades del Curso-Taller comienzan con una ceremonia, con el fin de consagrar los trabajos al fuego sagrado, para reconocernos, abrazarnos y bailar juntxs. Nos hospedan algunas personas en sus casas y nos alimenta la Biblioteca a partir de la colaboración de todos los asistentes, por turnos, en la cocina a la hora de preparar los alimentos. Los insumos corren a cargo del equipo de la Biblioteca, en un gesto de generosidad extraordinario, ya que llegamos a ser casi 100 personas por alimentar (desayuno, comida y cena). Todxs colaboramos en la limpieza, apoyo a talleristas, acarrear agua, cuidado del huerto, atender la tiendita comunitaria, llevar y traer materiales, etc.
La organización es impecable. Hay un código de convivencia y cada coordinador tiene sus funciones, pero cuando hay algún asunto por resolver se trata en los avisos del desayuno para que todxs escuchemos. La comunicación asertiva de parte del equipo es crucial para establecer límites y señalar las equivocaciones que inevitablemente se hacen presentes. Es un modo respetuoso de ejercer la autoridad -con su dimensión simbólica de dar cierta estructura- que hoy cuesta tanto trabajo asumir en distintos contextos sociales. Para la gente que vive una experiencia de este tipo por primera vez, puede llegar a resultar complicado comprender que, en un espacio habitado por tantas personas al mismo tiempo, nos corresponde tener en consideración a lxs otrxs en todo momento. Los modos diferentes que tenemos de estar en el mundo pueden llegar a producir tensiones, eso es natural, pero el equipo de educadorxs que coordina sabe cuándo y de qué modo intervenir para que estos encuentros sean también oportunidades para desaprender y cuestionar nuestras prácticas y conductas, para entender que todxs somos corresponsables de crear esa ética de los cuidados que vuelve posible una tarea tan enorme y que al final aporta su granito de arena para beneficio de la comunidad de Comachuén.
Los talleres se desarrollan durante el día y por la tarde-noche nos encontramos en un evento cultural en la cancha de básquetbol. Se puede asistir al temazcal a primera hora, o bien subir el cerro guiados por lxs compas de la Biblioteca. Para ellos es importante que también nos llevemos una idea de lo que es la vida en la comunidad y de las luchas que atraviesa. No se puede separar la experiencia de organización, en busca de la libre autodeterminación, del proceso educativo alternativo abierto por la Biblioteca, que se rige por una serie de principios, como coordenadas de acción, que sostienen con toda la fuerza del palpitar de un corazón colectivo, desde la ternura radical y una convicción política firme.
1. Autonomía, libre determinación y felicidad como horizontes
2. Amor como posicionamiento político
3. En-red-dar como metodología
4. Autogestión y auto organización
5. Apartidismo
6. Antiestatismo y anticolonialismo
7. Comunitarismo
8. Anticapitalismo
9. Antipatriarcalismo
10. Anticlasismo
11. Antiadultocentrismo
12. Antiantropocentrismo
13. Pedagogias anticapitalistas
Educar y educarnxs es político, aprender a gestionar nuestras emociones para facilitar procesos de organización, también lo es. Al concentrarse en dar un lugar protagónico a las niñeces (porque ellxs también pueden impartir talleres) y ofrecerles posibilidades para conectar con la defensa de su territorio y de sus recursos naturales, la Biblioteca atiende el desafío de participar en la creación de futuros distintos al que ofrece la matriz neoliberal, que se basa en el individualismo, el despojo, la destrucción, la precarización de la vida, la exclusión y el racismo.
La Biblioteca va a moverse pronto, según un posteo reciente que puede consultarse en sus redes. Al parecer, están pensando en asentarse en los alrededores de la ciudad de Morelia, en proximidad de múltiples movimientos que se ubican cerca de “La Minsita”, donde también existe un manantial que provee de agua a más de 2000 colonias y una comunidad ecológica que abandera su defensa (https://www.facebook.com/comunidad.jardinesdelamintsita).
No reciben financiamientos del Estado ni de ninguna otra institución y requieren de la ayuda mutua para seguir caminando. Realizan rifas y la tiendita comunitaria se desplaza por varias localidades para juntar recursos, pero dejaremos los datos de su cuenta, por si tienen oportunidad de hacer alguna aportación de manera directa. En adelante necesitarán también materiales para la construcción de ese nuevo espacio, así que no duden en contactarles si desean donar o sumarse a las faenas.
Finalmente, les invito a escuchar el reportaje especial: https://www.youtube.com/watch?v=MOpfMU05Hl4
Gracias al equipo de coordinadorxs, quienes nos recibieron y guiaron durante esos días húmedos e intensos, en los que pudimos aprender todxs de todxs. Gracias por darnos un ejemplo de compromiso inquebrantable.
Gracias por recordarnos que nuestro fuego interno se enciende a través de la convivencialidad, de la cercanía de los cuerpos, de las comparticiones de palabras y de alimentos, así como a partir de los enfoques de educación emocional que pudimos ir descubriendo.
Gracias por ser tierra esperanzadora y fértil. Estoy segura de que muchxs de nosotrxs necesitábamos aterrizar y ustedes nos brindaron el espacio propicio.
¡Larga vida a la Ambulante y salud por esta primera década de trabajos! ¡Libertad para la compañera Mary Cruz y todxs los presos políticos! https://www.cuartoguerra.com/el-documental-libertad-para-mary-cruz-lideresa-purepecha/
¡Alto a la criminalización de los defensores del territorio en todo México! ¡Y que vivan la digna rabia y la alegre rebeldía!
Si deseas hacer un donativo ponte en contacto con la Biblioteca: https://www.facebook.com/profile.php?id=100064820376160
Memoria visual. Gracias a quienes compartieron fotografías.